Lecciones de Ética · Rebatiña, Herencia · Qué se Vayan Solas: Loret de Mola

Rafael Loret de Mola

DESAFÍO

Lecciones de Ética · Rebatiña, Herencia · Qué se Vayan Solas

Por Rafael Loret de Mola
03/nov/2010

Desde que Federico Ling Altamirano expresó, en 2003, que el panismo había llegado, en el abecedario de la corrupción y en solo tres años, a la “W”, el entorno blanquiazul se ha vuelto, cada vez, más parecido al heredado del PRI incluyendo las frecuentes rebatiñas del y contra quien ejerce la Presidencia de la República, blanco vulnerable de todas las críticas a la vez que gestor y promotor de buena parte de los mecanismos represivos para silenciarlas.

A menores contrapesos, mayores autoritarismos. Fue evidente, durante el reinado sexenal de los Fox, ella y él naturalmente, la intolerancia del Ejecutivo hacia el Legislativo integrado mayoritariamente –esto es con la suma de las fracciones- por opositores, con buena parte de los mismos convertidos en receptáculos de rencores asfixiantes. Llegó un momento en que la casa presidencial desistió de presentar iniciativas para evadirse de las molestias sin cuento de los cabildeos entre parlamentarios con distintas intenciones, desde la honesta disidencia hasta el compulsivo chantaje, un abanico tan amplio como el mosaico plural que nos integra como nación.

La soberbia de los Fox, contraria a la exaltada democracia que les permitió llegar al poder con todos los vericuetos conocidos, terminó por avasallar las vanas intenciones de un cambio drástico en la conducción del poder y acabó por habilitar, bajo la presión que le significó la crecida de la izquierda, el retorno de los más aviesos autoritarismos, incluyendo el peor de ellos: el privilegio amoral de imponer a su sucesor en contra de la voluntad de la mayor parte de los mexicanos –y tal aun considerando las estadísticas oficiales amañadas-.

A partir de esta contradicción superlativa, las demás incoherencias caen por su propio peso. Fijémonos en algunas “perlas” de la nueva praxis política a partir de la llegada de Felipe Calderón, a mansalva, a la Primera Magistratura:

1.- Optó por cobijar a los Fox, pese a sus desviaciones monumentales en áreas tan sensibles como la seguridad nacional, dada la vulnerabilidad de la transición sexenal. Recuérdese que el Tribunal Federal Electoral reconoció el intervencionismo presidencial en los comicios de 2006 aun cuando consideró, en el peor galimatías amoral de la historia, que no había sido “determinante” para el resultado de la manipulada elección presidencial, esto es como si el exiguo margen de ventaja con el que se blindó suciamente al candidato del PAN hubiese sido tan contundente como para considerar marginal la parafernalia de Los Pinos.

2.- El nepotismo, tan cuestionado por el PAN cuando derivaba del priísmo hegemónico, se extendió como cáncer incurable. No existe municipio, gubernatura o institución federal, bajo la férula de panistas, en donde las inclinaciones gregarias no sean recurrentes y hasta escandalosas por cuando confirman sociedades excepcionalmente redituables. En la Presidencia, por ejemplo, la patología llegó al extremo de evitar la contratación directa de parientes a cambio de extender “recomendaciones” para consolidar complicidades. Que le pregunten, por ejemplo, a los ejecutivos del grupo español PRISA sobre la manera como se garantiza el desarrollo, en un santiamén, con el concurso de los cuñados ambiciosos y de su administradora, la señora Margarita Zavala de Calderón.

3.- La obcecada defensa del “honor” familiar, una de las características del nepotismo de muy alta graduación, no se detiene ni siquiera en la dignidad del país ni en la solvencia, moral y política, de las instituciones del Estado. Primero, el clan; después, los demás. No se olvide el grotesco episodio de los Gómez Mont Urueta, cuando Fernando fungía como titular de Gobernación, al ser exhibido el hermano de éste asumiendo roles de pandillero en Sudáfrica. Al ser descubierto en flagrancia, el cofrade no tuvo más remedio que aceptar su remoción con el conmovido aplauso del entonces señor de Bucareli, en donde, se supone, se determina y controla la política interior del país. Esto es: reclamaba que no se le cuestionara más, por cuanto había procedido “con honor” a costa del prestigio del gobierno.

4.- No se puede perseguir a las mafias dominantes, entre éstas los “cárteles” perniciosos, procediendo con tendencias mafiosas. ¿Acaso no ha sido evidente el sostenimiento de funcionarios, descalificados e incluso negligentes en nivel criminal, contrariando evidencias y señalamientos y desoyendo el creciente clamor general? Mantener a Juan Molinar Horcaditas y Genaro García Luna, titulares de Comunicaciones y Seguridad Pública, a pesar de cuanto pesa en su contra es, sencillamente, inmoral, sin la menor justificación y sin el menor atisbo de vocación democrática. Se trata de casos muy señalados –no los únicos- que evidencian el uso del poder para consumar afrentas tales como las muertes de bebés en la guardería de Hermosillo o la permanente actitud represiva de los órganos del Estado mientras solapan a los grupos delincuenciales mayores.

Calderón ha perdido ya, antes de iniciarse, el juicio de la historia.

DEBATE

La defensa del panismo, en el temprano desarrollo del proselitismo hacia la sucesión presidencial, estriba en tres principios básicos: recordar la represión con la que las administraciones priístas se imponían; condenar los niveles inflacionarios de la década de los setenta como numen de las crisis económicas estructurales; y señalar la corrupción galopante de los viejos cuadros del poder como fuentes de la degradación pública general. Como está planteado, esto es dentro de un contexto parcial y manipulado, no ha lugar siquiera a debate.

Pero si apostamos por la objetividad, que desciende de la imparcialidad –con la consiguiente vacuna contra el virus que provee a los incondicionales-, los argumentos destinados a satanizar al pasado se desquebrajan:

1.- Pese a la sensación de que en estos tiempos se “permite” criticar “hasta al presidente” incluso de manera alevosa, es obvio, igualmente, que la desaparición de informadores, asesinatos de periodistas y el acecho contumaz a los medios con capacidad de controversia, mientras otros se benefician de su lacayunería –en proporciones mayores a las de antaño-, ofrecen cifras ominosas que cancelan la expresión de un pasado peor.

2.- En materia financiera, las comparaciones no son válidas bajo otra visión: fueron, precisamente, los economistas al servicio del PRI –bajo los mandatos de Salinas y Zedillo, sobre todo-, quienes construyeron las vías para la supuesta renegociación de las deudas gubernamentales, la privada y la pública, apostando al neoliberalismo que blindó a los grandes aliados del establishment, los mismos bajo dos pendones, el del PRI y el del PAN. Los Fox y Calderón sólo han mantenido las políticas económicas heredadas, sin quitarles una sola coma. Así que la visión partidista queda coja porque oculta los correctivos a los que ahora se acoge la derecha. (Y ello, plantea este columnista, sin que tal sea benéfico para el colectivo por cuanto se han cancelado banderas sociales y, por ende, los equilibrios indispensables en una comunidad evidentemente desigual).

3.- En cuanto a la propensión a atesorar bienes y riquezas, ningún ex presidente fue tan descarado como Vicente Fox en cuanto a erigir su propio mausoleo con pretensiones de fundación a la vera del ranchito de san Cristóbal; tampoco ningún otro régimen había contado con dos, y no una, “primeras familias”, los Fox y los Sahagún, proclives a la buena vida a la sombra del poder. La “W” hace tiempo fue superada… y ya vamos en la segunda o tercera lectura del abecedario de la inmoralidad.

EL RETO

Por si fuera poco, el más notable capital político personal del señor Calderón, su esposa Margarita, de quien exaltamos su pulcra discreción de los dos primeros años tras su arribo a la casona de Los Pinos, se ha transformado en pilar de las inversiones, hacia los mercados a futuro, de la familia, muy amplia, que integra a los cuñados incómodos y a las hermanas ambiciosas del mandatario: una de éstas, Luisa María, ya ha lanzado su precandidatura hacia el gobierno de Michoacán, feudo del Tata y sus descendientes, con los buenos oficios, entre otros, del ex secretario de Turismo, el duranguense Rodolfo Elizondo Jiménez, padre de uno de los hijos de la dama en cuestión.

Lo anterior explica, sin género de dudas, el reclutamiento de algunos medios nacionales, en especial una cadena con orígenes en Monterrey y dirigida por Carlos “Matusalén” Marín, convertidos en una especie de “Gal”, el grupo antiterrorista armado desde el gobierno socialista del español Felipe González en los ochenta, con el objetivo de desmantelar las críticas contra la casa presidencial a costa de prebendas sin cuento. Así, quienes cuestionan son símiles de los anarquistas indeseables que sólo buscan la inestabilidad nacional en contra de la corriente responsable en pro del continuismo de Estado.

Basta observar a quienes se sirve para saber cómo se es en el contaminado ámbito nacional. La única garantía para posibilitar la resolución de la controversia sobre la autenticidad, profesional y personal, de los políticos y los periodistas es y será siempre la autoridad moral.

LA ANÉCDOTA

Discurría Vicente Fox, en agosto de 2000 y ya con la calificación de “presidente electo”, entre formar un gabinete de incondicionales o introducir a ciertos liberales acomodaticios, como Jorge Castañeda Gutman. Por los corrillos de su aun oficina de campaña, sobre la avenida Reforma-Lomas, se escuchaba, por doquier, un constante recitar de fórmulas mágicas para asegurar “el cambio” con cada uno de los ponentes en primer plano, claro.

Fue allí en donde escuché a Fox sentenciar:

–¿Las mafias? Vamos a dejar que se vayan solas…cuando entiendan que no tienen más lugar en México.

La inercia como contrapeso supuesto a setenta años de dictadura simulada. Por eso fracasó Fox aunque el reproche de sus correligionarios haya tardado más de diez años en expresarse.

Acerca del Autor : Triquis Oaxaca