Sucesión Triqui

Sucesión triqui

La sucesión entre los Triquis :

El bien fundamental que por usos y costumbres se hereda entre los triquis es la tierra. La herencia de este bien se transmite a través de los siguientes lineamientos: cuando un jefe de familia siente que sus fuerzas flaquean por su avanzada edad hace constar en un acta que levanta el presidente del comisariado de bienes comunales, que los terrenos con sus dimensiones cuantificadas y los linderos descritos pasan a sus hijos varones con derecho al usufructo de los mismos. El o los herederos ya conocen las parcelas a que tienen derecho porque las han trabajado con sus padres, por que conocen los terrenos pertenecientes al linaje desde niños, aunque no sea sino hasta su mayoría de edad tradicional, a los 16 años, cuando se hacen vigentes los derechos a la membresía activa del linaje o familia.

Existe preeminencia del hijo varón sobre la mujer para heredar, circunstancia que también prevalecerá para los bienes particulares del o de los difuntos, como es la casa, las estetas o petates, los animales de corral, el ganado, etcétera.

El trabajo colectivo (el tequio)

El tequio o trabajo comunal representa una de las instituciones jurídico-sociales que proviene del México prehispánico y que ha prevalecido dentro de la cultura triqui. Si bien refuncionalizado dentro de la estructura socioeconómica regional, el tequio constituye un sistema de trabajo en que intervienen básicamente los hombres de la comunidad a partir de que cumplen 16 años. El tequio es obligatorio y no remunerado, siendo sus actividades principales las agrícolas y la construcción y conservación de las obras que pertenecen a la comunidad.

La organización del tequio lo establecen las autoridades de la agencia municipal. Cuando se desarrollan actividades agrícolas, el objetivo es el de recaudar fondos económicos para el pueblo.

Para los triquis, la intervención en el tequio da prestigio ante la comunidad y representa un elemento para ser considerados en la integración de los cargos de la autoridad. El incumplimiento de esta actividad determina la aplicación de una sanción de tipo pecuniario que en la actualidad es, en Copala de veinte pesos y en San Andrés Chicahuaxtla de diez.

En Chicahuaxtla ocasionalmente intervienen en el tequio las mujeres y los niños en labores no pesadas como el deshierbe o brindando alimento a los varones. La edad límite para intervenir es de 70 años o menos cuando se trata de un discapacitado. Respecto de las mujeres, las solteras y las viudas son quienes llegan a participar. Ya que, a las mujeres casadas les compete preparar el alimento que llevarán los triquis al trabajo colectivo.

Otra forma de desarrollar el tequio, es cuando se alterna con varios barrios o Chuma’a, tratándose de obras de beneficio general para la etnia, dentro de estos se encuentran fundamentalmente la reparación de caminos o construcción de algún tipo de obras y servicios.

El concepto que se tiene en Copala es que todos intervienen en el tequio, siendo obligatorio para los varones mayores de 16 años y voluntario para las mujeres, niños y ancianos.

El tequio es distinto al trabajo recíproco que subsiste al interior de la familia, por cuanto que, este último, es el que se da sólo a nivel intrafamiliar o como la colaboración de una familia a otra y que no es en sentido estricto obligatorio, sino que guarda fundamentos más bien de índole moral.

El procedimiento en el ámbito del derecho consuetudinario Triqui

El procedimiento político administrativo

Al no existir «estructuras jurídicas» diferenciadas en el marco del conocimiento y aplicación de la costumbre jurídica triqui, su derecho fluye como un todo, independientemente de la materia jurídica de que se trate y vinculado en la forma de gobierno triqui. Conforme al principio de autonomía y la autodeterminación del pueblo triqui, estos eligen a sus autoridades y aplican sus propias políticas, circunstancia que permite la aplicación político administrativa de sus usos y costumbres.

El procedimiento en la aplicación de la justicia triqui regula aspectos que van desde el contexto de lo familiar, la vida civil hasta la comisión de un ilícito, siendo que dentro de este último la cultura de la etnia no reconoce al delito como tal, sino más bien como una falta que puede, o no, ser grave.

Dentro de las funciones político-administrativas, el procedimiento seguido por las autoridades busca mantener el equilibrio y la paz en la comunidad. Todos los aspectos que corresponden a pagos (impuestos) se desarrollan como parte de la administración que ejerce el tesorero de la comunidad. De igual manera se cumple la actividad político-administrativa hacia el gobierno municipal de Putla y Juxtlahuaca, o en su defecto hacia las autoridades del estado y federales.

Las autoridades de las tres comunidades tienen la facultad (a través del consenso o acuerdo de asamblea) de realizar gestiones ante dichas autoridades, establecer acuerdos y de comunicar a sus representados acerca de planes y programas que el Estado mexicano determine aplicar en su región.

Las autoridades de la agencia municipal duran un año en el cargo, y pueden ser sustituidas por incumplimiento de sus funciones o por efectuar faltas graves contra la comunidad. Quien decide la destitución es la asamblea, en la cual deben estar presentes la mayoría de los miembros de la comunidad.

Otra de las funciones que corresponde regular a la autoridad triqui, es el de la resolución de los problemas agrarios. En este ámbito se interrelacionan la estructura formal impuesta por el Estado mexicano (que es el representante de bienes comunales) la agencia, a través del agente municipal y la asamblea de la comunidad, instancias todas ellas que pueden intervenir en la solución de un conflicto agrario.

El procedimiento agrario consiste en citar a las partes -acompañadas de testigos y documentos- a efecto de que establezcan lo que a su derecho convenga. La autoridad, a través de una audiencia expedita y sumaria, resuelve a quién corresponde la razón, lo que es relativamente sencillo de establecer ya que en la comunidad todos se conocen y las autoridades no hacen sino definir un hecho por sí mismo justo.

Las autoridades intentan conciliar a las partes, de no haber acuerdo la autoridad cita a la asamblea general, en la cual de nueva cuenta se hace un recuento de la controversia planteada, ya sea para ratificar el dicho de la autoridad o, si corresponde para rectificarla.

Otro de los ámbitos procedimentales administrativos que se desarrolla en las comunidades mencionadas es el registro de nacimientos, matrimonios y defunciones, los que en su momento son notificados al municipio correspondiente (Putla de Guerrero, Oaxaca).

El espacio físico en que se desenvuelve el ámbito administrativo señalado es el de las agencias municipales y tratándose de las asambleas en Copala y Chicahuaxtla, en el centro de estos poblados, en espacio abierto.

Las conciliaciones en el derecho consuetudinario Triqui

Existen dos instancias en que se pueden desarrollar las conciliaciones:

a) Las consuetudinarias, que son las tradicionales o rituales, que consisten en que los contendientes se presenten ante un principal o caracterizado a efecto de que éste intervenga en la resolución de un conflicto, que puede ser de diversa índole, desde disputas o incumplimientos familiares, hasta la comisión de una falta grave.

b) Las formales, que corresponden a la intervención de la agencia municipal para la administración de justicia de las partes en conflicto o del demandante.

La conciliación se establece como un procedimiento consuetudinario de armonización entre las partes y no propiamente como un litigio jurídico. Además de caracterizarse por su sustantividad, se concilian los intereses en disputa.

La conciliación entre las agencias municipales es una segunda instancia, que se desarrolla cuando no fue posible resolver el asunto ante los principales. Sin salir de los mecanismos antes señalados, el agente municipal, que funge como conciliador, aviene a las partes y sugiere criterios de solución, que por lo general se refieren al pago en dinero que restablezca el daño causado.

Este procedimiento se da cuando no existen problemas graves como homicidio, rapto, «brujería» u otros. Un elemento distintivo entre la conciliación que se verifica ante los caracterizados y la que se efectúa ante el agente municipal, es de que en la segunda, al concluir se levanta un acta de conformidad, documento en que queda asentado el acuerdo y la forma de solución.
PROCEDIMIENTO PENAL DEL DERECHO CONSUETUDINARIO TRIQUI

De la conciliación civil, familiar y administrativa, la normatividad triqui pasa a una fase de procedimiento penal, la cual surge en relación a la comisión de una conducta que transgrede los principios y costumbres que norman a la colectividad.

Dentro de las faltas o ilícitos en Copala, encontramos:
a) Robo de bienes de particulares.
b) Robo de ganado.
c) Asalto a mano armada
d) Lesiones de diverso tipo.
e) Allanamiento de morada.
f) Riña colectiva
g) Adulterio.
h) Incendiarios
i) Envenenamiento por brujería (hongos)
j) Violación y
k) Homicidio.

En la región triqui son más frecuentes:

a) Robo menor, se refiere a frutos u otros bienes particulares.
b) Daños.
c) Lesiones de diverso tipo.
d) Riña.
e) Adulterio.
f) Violación.
g) Homicidio.

A diferencia de la conciliación, el agente municipal de los tres poblados interviene como «juez» -así lo señalan los triquis que impondrá no solo una sanción económica para reparar el daño, sino que además establecerá medidas coactivas que van desde el encierro (dependiendo el delito) en la cárcel de la agencia, hasta la remisión del delincuente (fundamentalmente cuando se trata de homicidio) ante la autoridades del municipio.

Para la cultura triqui, enviar a un delincuente triqui para que sea juzgado por «otras» instituciones representa un castigo mayor.

Las sanciones de carácter pecuniario son determinadas por el agente o «juez», el monto depende del delito; si el transgresor es insolvente, la agencia le asigna tequio con el cual pueda sufragar su multa. Si el demandado no está de acuerdo en pagar, entonces el asunto se enviará al Municipio.

Si quienes cometen el ilícito son autoridades, se les retira el cargo y se les aplica multa.

En caso de que el demandado no acuda a la audiencia se enviará a los topiles para que sea presentado ante la autoridad.

Dentro de los delitos de mayor gravedad en la cultura triqui están considerados: la violación, las lesiones graves, el adulterio y el homicidio (que incluye el envenenamiento). La mayoría de éstos se busca resolverlos en la comunidad, mientras que en el caso del homicidio automática mente se remite al Municipio. En los demás delitos se determina pena corporal en la cárcel de la agencia municipal.

Las cárceles comunitarias son espacios de aproximadamente tres por cinco metros, habiendo una sección para varones y otra para mujeres, no tiene ventanas sino solo una oquedad en la puerta que se abre eventualmente para introducir alimentos, manteniéndose cerrada cuando el delito es grave.

EL SISTEMA DE CARGOS:

En los límites de la costumbre jurídica y de la religiosidad del pueblo triqui existe una institución de tipo eclesiástico que llega a englobar normas de tipo obligatorio, este es el sistema de cargos.

La recreación de dicha institución se fundamenta en el cumplimiento de las festividades de índole religiosa. A tal efecto se estructura una serie de cargos o responsabilidades que son obligatorios.

El sistema se organiza a través de mayordomías que pueden estar integradas entre diez y quince personas, y cuyo fin es recaudar fondos.

Los mayordomos pueden ser elegidos de dos maneras:

a) Tradicional o ritual, cuando los mayordomos salientes eligen a sus sucesores.
b) Actual, por elección o consenso en asamblea general.

En los barrios existen tierras comunales que son trabajadas por mayordomos llamadas «del santo» y cuyas cosechas sirven de fondo para los gastos de las fiestas. Además de que los mayordomos realizan diversas actividades, tanto económicas como de mantenimiento y servicio de la iglesia.

EL COMPADRAZGO

En la última escala de la normatividad consuetudinaria triqui encontramos al compadrazgo, institución también de origen religioso, que plantea este parentesco ritual.

De las ceremonias de bautizo, confirmación y matrimonio, surgirán relaciones de reciprocidad que identifican a las familias triquis que intervienen. Así se fincan obligaciones tácitas de trabajo familiar que unifican el parentesco ritual.

Para el triqui tradicional no existen otras relaciones sociales que las que se enmarcan dentro del parentesco, por ello el parentesco ritual juega un papel significativo en las relaciones brindadas.